MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los Acuerdos de Dayton, que pusieron fin a tres años y medio de guerra en Bosnia que dejaron unos 100.000 muertos, cumplen este viernes 30 años en medio de las tensiones generadas en los últimos meses por el líder serbobosnio Milorad Dodik al desobedecer las decisiones del Alto Representante europeo, Christian Schmidt, supervisor de los mencionados pactos.
El 21 de noviembre de 1995, los presidentes de Bosnia y Herzegovina, Alija Izetbegovic; de Croacia, Franjo Tudjman; y de Yugoslavia, Slobodan Milosevic; aprobaron en una base militar ubicada en la ciudad estadounidense de Dayton (Ohio) el Acuerdo Marco General de Paz en Bosnia y Herzegovina y once anexos, en presencia del secretario de Estado estadounidense, Warren Christopher, tras las presiones generadas por los bombardeos de la OTAN y el impulso diplomático de la Administración de Bill Clinton.
Sin embargo, este documento se firmó oficialmente el 14 de diciembre de 1995 en una ceremonia celebrada en el Palacio del Elíseo, en París, donde estuvieron presentes el entonces presidente estadounidense, el francés, Jacques Chirac; el primer ministro británico, John Mayor; el canciller, alemán Helmut Kohl; y el primer ministro ruso, Viktor Chernomirdin. Ese mismo día entró en vigor y marcó el inicio definitivo de la paz en el país balcánico.
Las partes establecieron mecanismos para poner fin a las hostilidades, respetar la soberanía de cada una y "arreglar las controversias por medios pacíficos", absteniéndose "de todo acto, mediante amenaza o uso de la fuerza (...), contra la integridad territorial o la independencia política de Bosnia y Herzegovina o de cualquier otro Estado". También fijaba la desmilitarización, la reconstrucción, la celebración de elecciones libres, la creación de una nueva Constitución y el retorno de los refugiados.
El acuerdo --que impulsó un tribunal de Derechos Humanos, el despliegue de 'cascos azules' de la Fuerza de Implementación (IFOR, por sus siglas en inglés) y la figura del Alto Representante-- establece la configuración territorial del país, con su división en dos entidades administrativas semiautónomas: la Federación de Bosnia y Herzegovina (de mayoría bosniaca y croata) y la República Srpska (de mayoría serbobosnia), con Sarajevo como capital del país y de la Federación. Además, el distrito de Brcko pasó a ser un condominio de las dos entidades.
Lo acordado en Dayton sirvió para poner fin a la guerra pero consolidó las divisiones étnicas tanto a nivel territorial como político, puesto que cuenta con un complejo sistema político (que tiene tres presidentes) y un sistema económico caracterizado por un sector público sobredimensionado y redes clientelares. Además, miles de personas siguen desaparecidas desde el conflicto y solo rindieron cuentas algunos de los responsables de los crímenes, por lo que no se han cerrado todavía las heridas de hace varias décadas.
La guerra de Bosnia comenzó tras la desintegración de Yugoslavia, acelerada con la muerte de Josip Broz, conocido como 'Tito', que la había liderado desde la Segunda Guerra Mundial, y con el auge de las tensiones nacionalistas y religiosas dentro de este territorio, que fueron el caldo de cultivo para las guerras yugoslavas. En este contexto, Bosnia --que declaró su independencia en 1992 y era la más diversa-- protagonizó el conflicto más sangriento, que culminó con el genocidio de Sbrenica, donde las fuerzas serbias mataron a más de 8.000 bosniacos.
SCHMIDT: "EXTRAORDINARIA CRISIS"
En los últimos meses, han aumentado las tensiones en Bosnia y Herzegovina, especialmente por las medidas tomadas por Dodik durante su mandato como presidente de la República de Srpska (2022-2025), que le han acarreado una condena que ha sido conmutada por una multa y seis meses de inhabilitación por parte de un tribunal bosnio debido a que desobedeció las decisiones de Schmidt.
El propio Schmidt advirtió en la primera mitad de este año ante el Consejo de Seguridad de la ONU que las citadas tensiones surgidas se habían convertido en "una extraordinaria crisis" a la que se enfrenta Bosnia y Herzegovina y que "se origina en los graves ataques de la coalición gobernante de la República de Srpska sobre los Acuerdos de Dayton", en particular contra el orden constitucional y legal y la "amenaza a la paz y la estabilidad".
Para el Alto Representante, las acciones del líder serbobosnio ponen en peligro la integridad territorial y social, al tiempo que generan incertidumbre jurídica y ejecutiva al establecer leyes e instituciones a nivel regional que contradicen y compiten con la autoridad estatal, considerando que esto ha estancado la adhesión del país balcánico a la Unión Europea.
"Esta situación no es irreversible, pero sí grave", subrayó, alertando de que la vida cotidiana en Bosnia y Herzegovina "no se está volviendo más fácil", puesto que la política etnocéntrica "sigue dividiendo a las comunidades en lugar de unirlas". "La discriminación sigue siendo un problema fundamental arraigado y complejo", avisó.
DODIK, APARTADO DEL CARGO
Tras la decisión del tribunal, la Comisión Electoral bosnia apartó oficialmente al líder serbobosnio de la Presidencia de la región en agosto. Dodik --que ha impulsado medidas secesionistas, como leyes que se encaminaban a una posible independencia de las instituciones regionales respecto de las nacionales-- apeló la decisión pero el Constitucional rechazó sus recursos.
Tres décadas después, Bosnia se enfrenta a los desafíos del líder serbobosnio, que se negó a dejar el cargo aunque posteriormente aceptó el nombramiento de su aliada Ana Trisic Babic como presidenta interina. No obstante, las autoridades electorales del país fecharon para este fin de semana, el 23 de noviembre, las elecciones anticipadas para elegir a la persona que le sucederá.
Para estos comicios, Dodik, presidente del partido nacionalista Alianza Independiente de los Socialdemócratas (SNSD, por sus siglas en serbio), ha apoyado la candidatura del que fuera su ministro del Interior Sinisa Karan como candidato del oficialismo. "Estamos construyendo una República de Srpska progresista, feliz y próspera, y la elección de Karan es una garantía de que seguiremos protegiéndola y preservándola", aseguró.
MOVIMIENTO DE EEUU
A todo esto se suma que en octubre, contra todo pronóstico, la Administración de Donald Trump levantó las sanciones impuestas por Estados Unidos en 2022 (durante el mandato de su predecesor, Joe Biden) contra el líder serbobosnio, al que Washington había acusado desde hacía años de causar inestabilidad en el país, lo que parece dar luz verde al negacionismo del genocidio bosnio y crea preocupación sobre una posible desintegración de la nación.
Dodik, que cuenta entre sus principales aliados con el presidente ruso, Vladimir Putin, agradeció al inquilino de la Casa Blanca por "corregir una grave injusticia infligida a la República de Srpska, sus representantes, y sus familias". "Una vez más, se ha aclarado que las acusaciones hechas contra nosotros no eran más que mentiras y propaganda; el fundamento del caos creado por Schmidt, un caos que ahora debemos deshacer", criticó.