El festival Dansa València presenta el próximo 14 de diciembre el estreno de 'Cuerpo sobre fondo negro', un solo creado e interpretado por el bailarín y coreógrafo colombiano afincado en València Edu Migro. - IVC
VALÈNCIA, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
El festival Dansa València presenta el próximo 14 de diciembre el estreno de 'Cuerpo sobre fondo negro', un solo creado e interpretado por el bailarín y coreógrafo colombiano afincado en València Edu Migro, de la compañía Migro Danza, en el Museu de Belles Arts. Mediante esta propuesta, establecerá "un diálogo corporal con Murillo, Goya, Brueghel y Sorolla".
La acción es fruto de la colaboración entre Dansa València y la pinacoteca para ofrecer estancias artísticas a creadores locales y generar nuevas formas de "habitar" el museo desde lenguajes contemporáneos.
La iniciativa suma ya cuatro años. En 2022, Paula Romero desarrolló una pieza-recorrido y un desplegable gráfico pensado por y para el museo; en 2023, Ana Lola Cosín bailó dos solos para celebrar el Año Sorolla; y este pasado año, Lorenza di Calogero actuó frente a los cuadros de la retrospectiva dedicada a Rosario de Velasco.
En esta ocasión, la propuesta se integra dentro de las actividades paralelas de la exposición 'Clásicos y modernos', donde se estudian las obras maestras de la colección de arte clásico de la institución sita en la calle San Pío V.
El trabajo podrá verse en la Sala Joanes en dos pases, a las 11:00 y a las 12:30 horas, con entrada libre mediante reserva previa en la web del festival.
La directora adjunta de artes escénicas del IVC, María José Mora, subraya, en un comunicado, el valor de esta línea de trabajo que conecta los lenguajes del movimiento con el patrimonio público: "Para Dansa València es fundamental apoyar la creación valenciana en procesos que amplían las formas de mirar la cultura, y esta residencia ofrece una conversación entre disciplinas, generaciones y sensibilidades que sólo puede darse cuando las instituciones públicas colaboran y abren nuevos caminos para la investigación artística".
"UN CORO SILENCIOSO"
En 'Cuerpo sobre fondo negro', Edu Migro propone un espacio donde las imágenes heredadas "dejan de ser reliquias y vuelven a latir", en sus propias palabras. Inspirado en el universo pictórico de 'Clásicos y modernos', el artista no se vincula a una obra concreta, sino al realismo figurativo que ha configurado el imaginario europeo. En palabras del bailarín, en su representación, nombres tan destacados como los de Murillo, Van Dyck, Goya, Brueghel, Sorolla y Zuloaga, "están presentes como un coro silencioso".
Migro absorbe la quietud idealizada de esas figuras, tanto su postura como su gesto suspendido, para reinterpretarlos a través de un cuerpo contemporáneo que se mueve, respira y revela lo que en la pintura ha quedado inmóvil o escondido.
El coreógrafo articula la pieza desde la tensión de los dos lenguajes que considera sus pilares creativos: "Esta investigación pedía el cruce entre la presencia cruda y terrenal del teatro físico y la sensibilidad expansiva de la danza contemporánea".
La conjunción de ambos le permite acercarse a lo que los cuerpos retratados en los frescos no podían mostrar. Esto es, el temblor, la respiración, la fragilidad y la vibración internas. "Es ahí donde encuentro la narrativa: en lo que se desvela cuando la representación clásica se abre y deja ver lo humano", explica el coreógrafo.
ENERGÍA BARROCA
Las voces de Cecilia Bartoli, Natalie Dessay y Susanne Elmark atraviesan la pieza. De la primera le interesa la energía barroca, "esa ornamentación que impulsa el cuerpo desde dentro". De la segunda, "la ligereza que roza la fragilidad, como una respiración que desestabiliza la forma". Y de la última, "la precisión afilada que corta el espacio".
Cada una abre una atmósfera emocional propia dentro de esta pieza de 20 minutos. De ahí que el solo, aunque continuo, esté atravesado por tres atmósferas vocales distintas. En conjunto son tres corrientes internas que mueven al cuerpo de maneras muy diferentes, como si cada cantante activara una capa nueva de la investigación de Migro.
La escenografía ha sido diseñada por Satanasa, que propone un fondo negro a modo de espacio de aparición, sin elementos narrativos ni decorativos, donde la oscuridad, la luz y el silencio se hallan muy depurados. La sensación que provoca es la de hallarse ante el reverso de un cuadro, "un lugar donde la imagen clásica se desarma y el cuerpo puede salir de ella", describe el autor.
El traje negro del intérprete permite que el cuerpo sea el foco y que la luz esculpa cada uno de sus gestos. "El vestuario me coloca en un lugar más sobrio, más contenido, casi como una figura extraída del claroscuro de un cuadro -describe Migro-. Es un contraste directo con la abundancia de telas, colores y símbolos que recorren la pintura clásica"