Dice que "muchos en Irán" consideran que el acuerdo de 2015 "ya no es suficientemente bueno" y aboga por un nuevo pacto
MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, ha recalcado este martes que Teherán "no tiene intención de negociar en público" y ha alertado de que algunos lobbies estarían intentando "manipular el curso de la diplomacia" para intentar impulsar a Estados Unidos a presentar "demandas maximalistas" en sus conversaciones en torno al programa nuclear iraní.
Araqchi ha publicado en su cuenta en la red social X un discurso dado el lunes ante el 'think tank' Carnegie Endowment (Fondo Carnegie para la Paz Internacional) y ha recordado que, cuando acordó participar en la mesa redonda, "Irán y Estados Unidos no habían fijado aún fechas para las próximas rondas de conversaciones".
"Como digo en mis afirmaciones preparadas previamente, Irán no tiene intención de negociar en público", ha afirmado en X, donde ha insistido en que "ciertos grupos de interés especial trabajan para manipular el curso de la diplomacia difamando a los negociadores y presionando a la Administración estadounidense para que haga demandas maximalistas".
Así, ha lamentado que el director de la conversación "no fuera consciente ni considerado con estas dinámicas tan sensibles" durante la mesa redonda y ha recalcado que convertir su participación "en una ronda de preguntas y respuestas convertiría el acto en una negociación pública que no quiere mantener o sería insatifactorio para una audiencia que probablemente busca detalles sobre hacia dónde podrían ir las conversaciones".
Por ello, Araqchi ha publicado la totalidad del discurso "para los interesados", un texto en el que destaca que "los encargados de diseñar políticas responsables claramente aprecian el hecho de que alejarse del diálogo y acercarse al conflicto hacen más probable desmantelar el régimen de no proliferación (nuclear) a nivel global que mantenerlo".
El ministro de Exteriores iraní recuerda que Teherán es firmante del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y que el país "está comprometido con los principios de acceso universal a la tecnología nuclear pacífica y el rechazo a las armas atómicas", al tiempo que resalta que el Gobierno iraní ha abogado desde hace años por crear una "zona libre de armas nucleares" en Oriente Próximo.
"Este objetivo sigue siendo un pilar de nuestra política exterior y creemos firmemente que las armas nucleares no tienen cabida en la región o el mundo", afirma, al tiempo que critica que "se haga la vista gorda con el arsenal nuclear de Israel", un país no firmante del TNP, un "doble rasero que tiene que terminar en este 2025".
UN PROGRAMA NUCLEAR "MALINTERPRETADO"
Por ello, denuncia que el "programa nuclear pacífico" de Irán ha sido "malinterpretado" por "percepciones erróneas o narrativas con motivaciones políticas", al tiempo que destaca su esperanza de que "estas dinámicas tóxicas estén cerca de cambiar", en medio de los contactos indirectos con Estados Unidos, que han tenido ya dos rondas en Omán e Italia, de cara a otro encuentro este sábado en Mascate.
Araqchi sostiene así que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, "parece ser consciente de los errores catastróficos de las Administraciones previas, que han costado a los contribuyentes estadounidenses billones de dólares en nuestra región, sin ganancia alguna para Estados Unidos".
"Irán ha demostrado desde hace mucho que está dispuesto a interactuar con estados Unidos a partir del respeto mutuo", reseña, antes de ahondar en que ello "incluye el reconocimiento del derecho, como firmante del TNP, a tener capacidad de producir combustible para las centrales nucleares".
"Hemos dejado muy claro que no tenemos nada que esconder, motivo por el que Irán, bajo el acuerdo nuclear de 2015, aceptó el régimen de inspecciones más intrusivo que haya visto el mundo", dice, antes de recordar que fue Estados Unidos el que se retiró del acuerdo en 2018 --bajo la primera Administración Trump-- y reactivó las sanciones contra Teherán.
BUSCAR UN NUEVO ACUERDO
Por ello, destaca que "para avanzar, los pilares deben ser sólidos" y arguye que "toda negociación se fundamenta en el principio de un compromiso razonable y justo", si bien apunta que "muchos en Irán" consideran que el acuerdo de 2015 "ya no es suficientemente bueno", por lo que piden "un nuevo acuerdo que garantice los intereses de Irán mientras aborda las preocupaciones de todas las partes".
"Tiendo a estar de acuerdo con esta demanda. No puedo hablar en nombre de Trump, pero dadas sus acciones pasadas, puedo asumir con seguridad que tampoco quiere otro Plan de Acción Integral Conjunto", afirma, refiriéndose al acuerdo de 2015 por su nombre oficial, con el que fue ratificado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
En esta línea, abre la puerta a una "colaboración económica y científica" entre ambos países y defiende que "el mercado iraní es en sí mismo suficientemente grande como para revitalizar la industria nuclear en Estados Unidos, que atraviesa problemas", antes de indicar que cualquier acuerdo "debe estar anclado en garantizar beneficios económicos para Irán junto a un programa robusto de supervisión y verificación que garantice la naturaleza pacífica del programa nuclear iraní".
"Sólo esta postura podrá lograr estabilidad y confianza a largo plazo", afirma Araqchi, quien ahonda en que "el marco de las negociaciones también debe ser claro". "Las negociaciones deben estar centradas únicamente en la retirada de las sanciones y el asunto nuclear. En una región dura y volátil como la nuestra, Irán nunca negociará sobre su seguridad", zanja.
Los contactos entre Irán y Estados Unidos son los primeros de este tipo desde la retirada de Washington del histórico acuerdo nuclear firmado en 2015 entre Teherán y las potencias mundiales --todos los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, más Alemania y la Unión Europea--.
Trump acabó marchándose del acuerdo, un logro de su predecesor, Barack Obama, tras asegurar que el pacto no estaba obteniendo resultados y que Irán estaba a punto de hacerse con un arma nuclear, a pesar de los constantes desmentidos de Teherán. Desde entonces, Irán se ha ido distanciando cada vez más de sus compromisos adquiridos con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).