MADRID 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
El jefe del Ejército de Sudán y presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al Burhan, ha visitado este martes el aeropuerto de la capital del país africano, Jartum, que horas antes ha sido objetivo de un ataque con drones, en la víspera de su reapertura después de que las Fuerzas Armadas recuperaran su control en marzo, tras casi dos años en manos de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), en el marco de la guerra civil desatada en abril de 2023.
Al Burhan ha inspeccionado las instalaciones durante la jornada, desde donde ha reafirmado la determinación del Estado "de erradicar la rebelión": "Cualquier ataque contra el pueblo sudanés se enfrentará a una reacción violenta contra el agresor", ha manifestado, según ha recogido el Consejo Soberano de Transición a través de su perfil en la red social X.
Mientras que ha asegurado a la población "que esta brutal banda no les causará daños", ha aplaudido "todos los esfuerzos sinceros para lograr la paz y el retorno de la vida normal". Sin embargo, ha reiterado que "ninguna milicia" y "ningún partido que apoye a la milicia" debe "tener influencia en el futuro de Sudán".
"Nuestro papel es brindar protección y seguridad a todos los sudaneses, y pronto nadie podrá amenazar esta tierra", ha asegurado el jefe del Ejército sudanés, que ha hecho hincapié en los "principios que deben tenerse en cuenta en cada iniciativa" de paz para el país.
No ha hecho referencia directa al ataque con drones contra el aeropuerto que ha tenido lugar durante la madrugada y por el momento se desconoce si ha habido víctimas o daños. Fuentes de seguridad citadas por el portal de noticias Sudan Tribune han indicado que los sistemas de defensa aérea han interceptado varios aparatos en la zona, si bien testigos han señalado que en la zona hay varias columnas de humo derivadas de posibles impactos.
La guerra civil estalló a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del régimen de Omar Hasán al Bashir, ya dañado tras la asonada que derribó al entonces primer ministro, Abdalá Hamdok.
El conflicto, marcado por la intervención de varios países en apoyo a las partes en guerra, ha sumido al país en una de las mayores crisis humanitarias a nivel mundial, con millones de desplazados y refugiados y ante la alarma internacional por la propagación de enfermedades y los daños sufridos por infraestructuras críticas, que impiden atender a cientos de miles de damnificados.